Gustave Doré
Perder la razón es fácil, es muy sencillo dejarnos llevar por el enojo y
decir y hacer cosas que no nos convienen ni nos parecerían lógicas estando
conscientes. Pero, ¿cuántas veces perdemos el control por cosas que nos pican
el orgullo? ¿Me tomo las cosas en serio porque son serias o porque me molesta
que alguien se atreva a decirme algo malo o a hacerme una bajeza? A veces no me
hacen la gran cosa pero yo pierdo el control... ¿por qué me tomo las cosas tan
en serio? Es la ira una reacción visceral y también la Sombra del Orgullo
Desmedido.
Orek Radulfr
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